Vivimos en tiempos de rebeldía, y no es más que no querer sujetarse a la autoridad que tenemos encima de nosotros. Desde niños nos gusta hacer lo que queramos y no lo que la autoridad puesta encima de nosotros nos guía a hacer. Nunca tu hijo se va a someter a tu autoridad como padre si tú como padre no te sometes a la autoridad Divina. En otras palabras no tendrás el poder suficiente para que tu hijo te obedezca si tú como padre no obedeces a Dios.
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Efesios 6:4
Son muchos los padres de familia que se nos han acercado para hablarnos de sus hijos, sin embargo nos hemos dado cuenta que en su mayoría esa rebeldía tiene una raíz en la vida de los hijos y esa raíz puede llamarse odio, venganza, dolor, heridas, amarguras a causa de experiencias y recuerdos que tienen en su corazón en contra de sus padres por lo cual muchos hijos buscan la manera de vengarse de sus padres por aquello que un día les hicieron. Si tan solo como padres desarrollaremos la tarea que nos corresponde hacer en el temor de Dios de seguro no tendríamos que vivir esos desvelos, angustias y tristezas que causan los hijos cuando se ponen rebeldes.
Una de las cosas que comparto con los padres de familia es que deben entender que ese hijo que tienen, antes de ser su hijo es hijo de Dios y que nosotros solo hemos sido puestos para criarlos, amarlos y encaminarlos en el propósito divino; el caso es que muchos padres repiten los patrones que a ellos les toco vivir como hijos; si a ellos los golpeaban, les gritaban, les decían malas palabras es lo mismo que hacen con sus hijos hoy en día lo cual da como resultado en sus hijos lo mismo que ellos vivieron con sus padres en el pasado.
¿No será que la actitud que tiene tu hijo es producto de lo que tú has sembrado en él? ¿No será que el que lo ha provocado a la rebeldía eres tú? ¿No será que en vez de comprenderlo, amarlo y darle afecto vives resaltándole sus errores, comparándolo con otras personas, insultándolo en todo lo malo que hace? Hoy es el día de hacer un alto y meditar sobre tus caminos; tal vez has estado anhelando un cambio en la vida de tu hijo pero nada sucede la pregunta es: ¿Que has estado haciendo para que las cosas cambien? ¿Te has comprometido a cambiar? ¿No será que el del error has sido tú? ¿No será que hoy debes humillarte, pedir perdón y perdonar a tu hijo?
La dureza del corazón de muchos padres de familia ha hecho que sus hijos se vayan por caminos oscuros y tenebrosos, únicamente porque estaban esperando de sus padres que fueran un amigo, consejero y alguien en quien confiar pero lejos de ello encontraron todo lo contrario.
Hoy es el día en el que debes romper esa cobertura de rebeldía que tiene tu hijo, y ¿cómo lo haces? acercándote a él como amigo, hermano, y una persona con la cual puede contar en todo momento de su vida. Lo más asombroso es que muchos padres se olvidan que una vez fueron hijos y por eso en vez de aceptar a sus hijos y darle el amor que necesitan los rechaza y hasta desprecian. El que tu hijo salga de la rebeldía no depende de Dios, ni de los que le rodean sino de ti.
Por Guia del Espiritu Santo
Editado por : Andres Montañez